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Bajan las temperaturas, rescatamos nuestra ropa abrigada del fondo del clóset y nos preparamos para recibir el invierno y sus bondades. Pero hay algo que no podemos ignorar: los efectos del clima frío en nuestro cabello.
El aire seco y las bajas temperaturas de estos meses contribuyen a intensificar el frizz, la estática e impacta la textura de cualquier melena, así como también a la pérdida de hidratación, brillo y movimiento.
¿Cuántas no hemos preferido esconderlo a veces bajo un gorro? ¿O decidido cortarlo porque parece ser la única solución?
Sigue estos tips y podrás aprovechar los meses fríos para consentirlo, recuperarlo y cuidarlo para que pueda florecer, con todo su largo y esplendor, con la llegada de la primavera.
Todas disfrutamos de estar cómodas y calentitas dentro de nuestra casa, pero tener la estufa o la calefacción encendida puede resecar mucho cabello promoviendo la aparición temprana de puntas resquebrajadas.
Para contrarrestarlo, puedes usar una ampolla o serum capilar. Dependiendo de su formulación lo puedes utilizar durante el lavado o al finalizar tu peinado, para evitar que tu melena pierda hidratación, dejándolo suave y brilloso durante el resto del día. Te recomendamos buscar productos que incluyan aceite de rosa mosqueta y de jojoba, poderosos hidratantes naturales.
Una buena idea es reformular tu rutina de lavado y apostar por productos con propiedades nutritivas, lo que te permitirá tratar tu cabello y protegerlo del embate climático. Si buscas aún más protección, siempre puedes echar mano a un corrector de textura, producto revolucionario que devolverá la elasticidad y movimiento a tu cabello.
Utilizando una máscara de tratamiento profundo te permitirá tratar el problema, literalmente, desde la raíz.
Podría parecer contradictorio, pero una de las formas en que el cabello pierde sus aceites naturales es con lavados muy frecuentes. Si eres de esas personas que siente que debe lavar su cabello todos los días, te aseguramos que es posible dejar pasar más tiempo entre lavados, sin dejar la higiene de lado.
Para esto, siempre puedes echar mano de un shampoo en seco, pero nunca en exceso pues al absorber la grasitud, también puede llevarse consigo la preciada hidratación que no queremos que se escape.
No te preocupes, no te vamos a pedir que dejes de lado el secador (después de todo, ¿quién seca su cabello al natural en invierno?), pero puedes protegerlo con un termoprotector o secar con aire frío, pues no solo reducirá el calor, sino que también sellará la cutícula capilar.
También podrías prescindir de otras herramientas como onduladoras y planchas. Siendo un buen momento para experimentar con moños y trenzas, aprender a realizar tus ondas sin calor o probar productos diseñados para cuidar y revitalizar tus rizos maltratados.
¡Y no olvides ser consistente con tu rutina!
Así podrás lograr los mejores resultados, especialmente si tu cabello sigue resentido por el calor veraniego. Permitiéndole recuperar fuerza, movimiento y haciendo que los productos que apliquemos penetren en su máxima potencia.
